1. Tipo de blog o web. El primer paso es determinar cuál es tu negocio. Un blog, una web corporativa, una tienda online… dependiendo del tipo de negocio, la arquitectura de la información varia.
2. Arquitectura web. La mayoría de los sitios web disponen su información de manera horizontal. Raramente vemos una web con formato vertical.
3.Estructura del contenido. Etiquetas meta, títulos y subtítulos, párrafos… es imprescindible tener en cuenta todos estos detalles, ya que permiten al usuario y a Google comprender mejor de qué tratan los blogs y por supuesto, lo que publicamos en ellos. Los H1, H2, H3… son de gran relevancia en este punto, ya que estructuran la información de manera lógica.
4. User Experience (UX). La experiencia de usuario es uno de los puntos más importantes que debemos tener en cuenta a la hora de optimizar la información de una web, ya que lo que pretendemos es ofrecer a nuestros usuarios la mejor experiencia, para que vuelvan y se queden con nosotros.