INVESTIGACIÓN. Es fundamental realizar una primera fase de investigación para conocer en profundidad el tema del que se va hablar, cómo lo hace competencia y qué es lo que necesitamos vender.
No es lo mismo dirigirse a un público adolescente que a un público maduro. Por ello, es importante prestarle atención a las expresiones y vocabulario utilizado.
ESTRUCTURA DE LA INFORMACIÓN. No solo basta con escribir, también hay que saber cómo estructurar la información. Títulos, subtítulos, párrafos… En la mano del redactor publicitario está establecer un orden de lectura.
La manera en la que el usuario reciba la información acerca de un producto o servicio será determinante a la hora de lograr una venta.